ESAS PEQUEÑAS COSAS IV
Esta taza con la M de Marcela (¿o de My Pumpkin?). Porque ya estoy a punto de darme por vencida con el café (creo que nunca diré que ya me di por vencida completamente), pues me cae muy pesado cuando lo tomo y, a pesar de que lo adoro, le voy dando la bienvenida a mi vida a los tecitos herbales y esta taza es de mis favoritas para ello.
Este florero que me compré un día en 70 pesos, porque en las limpias maratónicas que me aviento dos o tres veces al año puedo deshacerme de lo que sea, pero hay ciertas cosas materiales a las que sí les guardo un aprecio especial, y ésta es una de ellas. Nadie me lo regaló, pero es simplemente maravilloso.
Este RV miniatura que le regalamos a Emma por su noveno cumpleaños. Ahora todos los juguetes de Emma son minis, lo cual es buenísimo para la casa mini en la que vivimos. La cocina de este carro-casa es bellísima, además de que nos trae muy buenos recuerdos de aquel viaje a Big Sur en RV con nuestros amigos Juaristi Garza.
El abanico de la recámara de mis hijos… porque sigo siendo amante del color.
Esta suculenta que me regalaron como recuerdo en un baby shower y que le quedó pintadita a la ventana de mi cocina.